Dios quiso que hoy naciera Enol para enseñar al amor otra manera de amar.
Una madre, un padre, no dejarán de extasiarse en el amor de un hijo.
Un bebé, Enol, nació tan deseado como el sol lo es al alba.
Decir alegría.
Decir amor.
Decir Enol.
Cuando el amor difunde vida la felicidad se toca con las manos,
con lo cual, unos padres lo ven todo como futuro maravilloso:
lo impensable como posible,
lo insignificante como especial,
lo simple como excepcional.
Para seguir creyendo en un mañana prometedor,
fruto del amor,
en otoño nació Enol.
Hijo del amor.
En de soslayo. Jueves, 24 de noviembre de un cumpleaños feliz.
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