sábado, 19 de febrero de 2022

Quién le pone puerta al campo.

Me citó de urgencias la dama que no me deja ir para decirme que no me sienta culpable... La tranquilidad de esta mujer me hace sentir lo que nunca sentí. ¿Quién le diría que me siento culpable? ¿Cuándo me vio suplicar al amor? La cosa no quedó ahí y siguió a lo suyo: ¿Quién va a mover a partir de ahora los hilos de tu vida? Y empecé a preocuparme: ¿Qué sabrá esta mujer que yo no sé? ¿Qué me ocurre o me ocurrió? ¿Estaré muerto? Quien le vende su alma al diablo se vuelve vasallo del mal y esta mujer le vendió su alma y la mía y los dos estamos muertos, o peor. De cualquier manera somos culpables. Unos más que otros, como en el amor, pero culpables. Yo estoy como estoy y es por ella. Y por la dama que vela mis sueños, por cierto, llevo años sin saber de ella. Y por la dama del síndrome de la interacción nula; precisamente ayer fue su aniversario. No tengo otra duda probable. Y a punto de irme fue cuando me dijo que no me inquietara, que me había excusado ayer y el lunes por lo del ataque de risa. (Y los grillos de la cabeza y su memoria somática en su salsa. Nunca mejor dicho). Gracias.

2 comentarios:

  1. Buen texto, al final se me hizo confuso.
    Saludos

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  2. Depresión y etcétera. Asperger y epilepsia. Tengo ofertas para estudiarme en varias universidades. Yo también estoy confuso, demasiado a veces. Carlos. Gracias.

    Salud.

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