martes, 21 de julio de 2020

Viviré.

Mi esposa, con la cara que lleva al confesionario los domingos, dice que estoy empezando a hacer "güelaes". Temeroso de mi esposa y con dolor de cabeza cuando pienso, acabo tirado mi ánimo por los suelos. Si un güelu hace "güelaes" se olvida que hay un después. Yo dudo del antes pero no del después. Del antes recuerdo que me lo impusieron, el antes para mí fue imposición, el después elección. Y elegí ser optimista y vivir a mi manera con conocimiento de causa. Dedicarme todas mis horas o darlas a quien alivie. Que nadie quiera vérselas conmigo cuando construyo nada con nada. Cuando creo un mundo fantástico. Y que nadie espere que sus lágrimas me provoquen llanto ni sus días tristeza: que hable ya o calle para siempre. Soy quien escribe el día que me gusta en plenas facultades síquicas y físicas. Y si el encargado de escribir el nombre de los amanecidos... Si olvida mi nombre que pida cita al SEPE. Viviré a pesar de quien con ojos de odio me mire de soslayo. Y si un día al azahar hago "güelaes" viviré sin conciencia ni experiencia. Viviré aunque esté muerto o expirando. Viviré. Gracias. 

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