La vida es cambiante, y a veces cambia de modo positivo y otras lo contrario. Para que cambie de manera que interese, ya sea positivo o lo contrario, no vale dejarse ir, hay que hacer algo. A veces por pretender de la vida lo mejor y más y patatín... En la vida aspiramos a lo mejor pero cuesta y tarda más o menos, según lo que pretendamos. Sabemos, por un decir, lo que tarda, más o menos, una madre en gestar un hijo, pero no sabemos lo que tarda un hijo en hacerse un hombre. Un hombre de provecho, que decía mi güela, porque no es lo mismo crecer y llegar a ser un hombre de provecho que crecer a lo tonto y ser apenas un adolescente caprichoso. Esta vida aún no está escrita, tan siquiera tiene estilo propio. Se pudiera decir, más o menos, que antes de la pandemia algo había, regular pero algo había, después solo hay después, y si no remamos en la misma dirección... La gente guapa ya no es tendencia, ahora somos más o menos, como lo que tarda una madre en gestar un hijo. (El de soslayo de hoy tiene una cautelosa advertencia con vocación de ser humano pensante en ejercicio). Gracias.
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