jueves, 23 de julio de 2020

Muerto Eugenio no me fío.

Hoy me obliga a escribir un descuido y ya me explico: días atrás fue el día del amigo feliz y yo sin enterarme. Tal vez porque muerto Eugenio no tengo amigos, pero eso no lo sé de fijo. "Las amigas convienen a pesar de sus defectos". Ante la duda, y si una amiga se siente la única víctima del victimario... Un descuido lo tiene cualquiera. Lo mío es un descuido no es enfado, no comprendo ese palabro, ni tan siquiera se me ocurrió ir a la RAE en busca de su etimología... Qué triste se hace todo sin amigas a quien confiar mis desvelos, aunque dejaran de ser desvelos para ser carne de cebo. Hay heridas abiertas que solo una amiga puede cerrar. Mis heridas sangran y con el tiempo acabarán convirtiéndose en síndrome de las heridas abiertas. Ese síndrome no se cura con perdón ni arrepentimiento. Joder, dona, la amistad, al ser sentimiento del corazón nadie sabe el por qué, ni el qué, ni cómo se restaura. Un descuido no lo tiene cualquiera. Y no es primavera, las mariposas que siempre vuelan libres ya se han ido y la amistad, como volar libre, requiere amor (y no huir de una misma sino encontrarse). Gracias.

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