Cuando llega el momento de empezar, y es justo, no caben indecisiones. Es la hora de echar la vista atrás y reconocer que lo que pasó no tenía que haber pasado. Es la hora de aparcar viejos rencores, tomar la medida al traje y llevárselo al sastre que lo confeccione. Llegó pues la hora de conquistar el tiempo futuro que viene con la verdad por bandera. No digo siempre pero a veces de tanto ir en busca de la verdad se encuentra y estupefacientes no sabemos qué hacer y es la ocasión que se presenta para ir en busca de Machado y hacer camino al andar. Hablo de la verdad, y de rellenar el formulario, pero no para cubrir las apariencias. Es tiempo de reescribir la historia. El impreso está en blanco y es una oportunidad sin precedente: no caben indecisiones a las que añado la cobardía y los tormentosos ecos del silencio. Si es el momento de empezar y es justo y es verdad, a pesar de que aquí la verdad es la excepción dilatoria, para no ir más allá, recordar que no es primavera y las mariposas que vuelan libres no soportan el verano y podrían irse, si no se han ido ya, con Les Seniaes a otra parte. Gracias.
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