sábado, 4 de julio de 2020

La cruz de mi existencia.

Dedica tu tiempo a aprender lo que no sabes como si lo necesitaras para abrir la puerta del venidero que llama, que tal vez llame con la cara de los entierros. Lo digo a veces: El futuro fue ayer. No debemos preocuparnos por lo que nunca tuvimos, en todo caso por lo que podamos tener. O lo que tenemos y no nos gustaría perderlo. De mis ya muchos años peleando mil batallas recuerdo hazañas que hacían camino al andar. Yo nunca fui caminante, como dijo el poeta, pero pelee mil batallas que llegaron a ser verdaderas heroicidades y abrieron caminos. Otros caminantes anduvieron esos caminos: mi vida entera. Un poeta, Ángel González, escribió: "ninguna era tan bella como tú durante aquel fugaz momento en que te amaba: mi vida entera", un poeta escribe a vuelapluma único sentimientos del corazón. Un poeta. Pero yo ni siquiera llegué a conocerte. Tal vez porque es imposible competir con la impunidad que baila en la fiesta. Y entonces, apareces como aforismo un sábado de fieles los difuntos: La cruz de mi existencia. Es como para echar la imaginación a andar y salir huyendo de ti. Gracias.

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