Se llama Marcos y no lo conozco en persona. Patricia nos puso en contacto para un asunto que no viene a cuento y genial. Por esas cosas que tiene la vida nos caímos bien y de cuando en vez nos enviamos un wasap interesándonos por la salud. Él es joven y yo viejo y sabe que a veces me voy sin haberme ido y se interesa por mi salud (la salud bien, Marcos, gracias). Y sabe, pues salió a los medios de comunicación que en el pueblo de Patricia en un descuido de la María entró la covid-19. Entró y saldrá con el rabo entre las patas sin dañar la salud de la vecindad. Marcos me envió un wasap para interesarse por mi salud y leyéndolo me sentí realmente querido. Corren tiempos de orfandad y sentirse querido es mucho, sé de qué hablo: si se pone en recelo mi palabra, tengo pruebas. También son malos tiempos para la salud y el amor, y si un amigo (ojalá me permita considerarlo amigo) se interesa por mí sin conocerlo, se puede liberar de toda duda. Marcos es buena persona, no crea distancia, alivia el alma y no denigra. Si alguien lo conoce, por favor, díganle que su wasap me ha hecho bien. Gracias.
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