De acuerdo. Parte de la población no sabe comportarse ni le inquieta la covid-19 (no sean estúpidos, ténganle miedo), pero los políticos que nos gobiernan ni que los hallan ido a buscar al destierro alejado del sentido común. Ahí están y de todos, el más simpático, siempre en campaña electoral, abrazado a un micrófono dispuesto a salvar a la ciudadanía con sus mejores facultades. Si a la población le faltase un político dispuesto a liquidar a la covid-19 sin generar una crisis de confianza en su ignorancia, la población como yo daría en loco. ¿A quién se le ocurrió darle un micrófono a un político? No pondera su cargo y es incapaz de renovar sus estrategias que debieran ser perspicacias para poner en orden las cosas. Un político descarado malogra cualquier objetivo que tenga que ver con evitar el desosiego de la población. La covid-19 nos rastrea y no sé si es peor un político siempre en campaña electoral haciendo un llamado a la calma o la pasión del maligno camino de la muerte. (Si tenemos que morir que no sea por el afán de un político siempre en campaña electoral). Decir es hacer y callar. Gracias.
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