sábado, 23 de septiembre de 2017

De chanza por tu calle.

Me cuentan que tú sí (atrabilis), pero yo no. Yo no puedo ir hacia atrás en el tiempo. Nostalgia. Yo solo puedo ir hacia delante, a veces arrastras, pero siempre hacia delante. Mal asunto la nostalgia, y peor guardar aversión en el tiempo. Mirar atrás solo a esperar por la María: ni odio ni rencor, ni otros amores que fueron y ya no. Como un caballo flaco y desgarbado por hambriento, así la nostalgia a las puertas del olvido. La nostalgia te muerde y no sangras pero duele el alma, nada que ver con tus puñaladas por la espalda con sangre y sin dolor. Tú nunca me harás sangre porque de ti solo guardo amor, y sin embargo... ¿Qué te encadena a tus peores recuerdos y qué tengo que ver en ellos? ¿Quién crea en tu memoria recuerdos por la tremenda? ¿Quién te quiere mal? Sigues acarreando las mismas mentiras de un lado para otro. Pero qué locura de trajín, qué locura de nostalgia repetida. Tu memoria acumula los peores recuerdos nunca sucedidos. Fruto de la imaginación ¿consciente? has propiciado el rencor en quien ahora se alimenta de ti. Él es tu vida y, sin duda, será tu muerte emocional si te obliga a regresar al pasado en mi busca: allí no me encontrarás. Pasa página o acabarás en un manicomio con el alma rota. Entra en razón (aún te veo bien o casi), cambia de acera si no quieres mirarme, pero haz lo posible por olvidarme, a pesar de saber, como sabes, que es muy difícil y doloroso el proceso de olvidar sin dejar de mirar atrás. La calle es tuya, como tuya es la decisión. Gracias.

1 comentario: