El pasado lunes fui a comprar una chapa de hierro a un taller para un arreglo.
Va en serio: Ian acabará con mi salud y con todo lo que
está a su alcance. Pues eso, el dueño del taller después de mandar a un
operario cortar la chapa me habló de las malas noticias en los
medios. Que solo son malas noticias, que si será porque no las hay
buenas. Yo no soy de mucho pensar pero algo de razón tiene: Vende más las malas noticias que las buenas. Con
Franco todo eran buenas noticias: El Alcázar, Radio Nacional de
España, ABC, menos Radio Pirenaica (la pirenaica), y ya digo que era para fastidiar,
todo eran buenas noticias. Y ahora solo malas noticias: Corrupción,
muertos de hambre, desahucios, el correfur que no fía, la jornada
laboral de día y medio, David
Bustamante y Paula Echevarría, o Rajoy. A Rajoy no hay manera de que lo boten o se vaya por su cuenta. Solo malas noticias. Un día llegará a los medios una buena noticia y no sabrán explicárnosla. O nos la explicarán y no la entenderemos.
Yo no soy de mucho dar la razón a la gente, me da no sé qué, pero
creo que el señor del taller la tiene, y, sobre todo, cuando fui a pagar y no me
cobró la chapa. Qué razón tiene. Curiosamente me dijo que la chapa valía un café o una hora de
trabajo. Elegí pagar el café asumiendo el riesgo que además del café al camarero le pida el más caro coñac francés y un puro cubano. Café, copa y puro. Si tengo que pagar el café y el coñac francés más caro lo pago, pero si pide un puro cubano por ahí no paso: un puro cubano se fuma en el malecón habanero o no se fuma. Gracias.
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