No quiero morir ni que me maten, antes tengo que escribir el relato de mi vida si no lo he escrito (si lo escribí no me vi reflejado en él); pudiera ser la razón por la que no me releo; si me releo quizás encuentre entrelíneas algún olvido. Yo no quiero reflejarme en el pasado, mi pasado es lejano y no me interesa. En de soslayo escribo amaneceres con ojos transparentes que sueñan un mundo al igual sin tiranías, y ligero de sentimientos, sin cercanías ni lejanías, no me fío de mi subconsciente vengativo: no soportaría otra decepción mayor. Me mantengo en la sincera veracidad abriendo paréntesis a la espera que alguien los cierre y me enseñe a sentir nuevas sensaciones con certificado de vivencia. Y un día, porque ha de llegar, cansado de vivir (aviso a esa navegante de un mar de fondo y viento calmoso: no quiero más tristezas de soledad como disculpa) dejaré que mi ordenador que me ordena escriba el relato de mi vida (será la única manera de verme reflejado en él), mientras, seguiré escribiendo el día que me gusta vivir sin releerme. Gracias.
Muy bien ...
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