Vale un amigo empresario. Vale la reconciliación. Valen los políticos corruptos y Dios nos libre de los buenos amigos. Está así
montado y no seré yo el que diga lo contrario, soy viejo y una batalla más acabaría
conmigo: vale pues. Pero qué hay de la vocación a ser feliz de las personas. Me aterrorizan las
violencias, las de género y las demás, incluidas las guerras
preventivas, pero me niego a no ser feliz. Y que lo sean las personas
que me quieren y quiero, aunque lo disimulen por el qué dirán. Va en
serio, tengo una amiga que me quiere y quiero pero no quiere que se
sepa que nos queremos. Dice que si nos ven juntos
se arma la marimorena. Como el
bolero de Jorge Sepúlveda: "A escondidas he de verte y he de
hablarte a escondidas. A escondidas suspirarte y besarte a
escondidas. A escondidas, en voz baja". Joder, dona, antes quererse era más fácil. Tú y yo nos queríamos y, que recuerde, nadie dijo de nosotros. Qué triste. Gracias... (de nada).
Que triste!!!!
ResponderEliminarMuy bueno...
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