Mientras escribo escucho la radio y en una entrevista a Rajoy habla
de sus logros que no son nuestros porque son políticos y no
sociales. Me horroriza escuchar a Rajoy cantando sus últimos éxitos.
Me horroriza los informativos de televisión con tanta miseria humana. Me
horroriza ser parte de un paisaje desolado. Me avergüenzo de mi
voto. La política, como el desamor, es nocivo para la salud. Todos
son excesos. La corrupción se desmadra en los juzgados mientras en
la calle la colindancia se muere de hambre y de frío. Un programa en
la radio para quedar bien no sirve mientras no se parezca en nada a
la realidad. De tanto logro político nos olvidamos de lo que
realmente importa, la familia, no me canso, la dignidad perdida y los
miles de temas pendientes de solución para que un país funcione.
Los políticos enterraron la humildad como quien enterró el amor de su vida sin esperar al cura y al enterrador. Sin pena. Gracias... (de
nada).
Muy bien expuesto !
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