Tu alma y la mía son gemelas.
Tu alma y la mía son gemelas
como mis manos: la derecha y la izquierda.
Tan cálidas y tiernas son unidas
como dos alas de un pájaro dormido.
¡Por un ciclón quedamos separados,
por un abismo, tú y yo, como dos alas!.
Marina Tsvetáyeva, poetisa, falleció el 31 de agosto de 1941.
Bien...
ResponderEliminarSoñé que habías pasado a mi blog. Desperté y no estabas. Te busqué y no te encontré. Fue un sueño.
ResponderEliminarIgual sí. Dicen que descifrar un sueño es vencer a la muerte. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Y descifrar tus textos es más que un triunfo, es una hazaña inaudita. Lo malo de las musas y los poetas es que nunca hablan claro. Digo yo igual no me creas. A lo mejor sus besos junto con sus te quiero son escasos y teme que se le acaben. Igual tienen miedo. Qué sé yo que nomás hablo por hablar.
ResponderEliminarNo siempre se puede escribir claro (se entiende o no. Recuerda al poeta).
ResponderEliminarIgual mañana tienes que comer tus palabras con esa horrible salsa picante, como se lleme. Beso.
Salud.
Jajaja tan propio y me haces reír. "con un tequila y si no le temes al chile, aunque lo veas colorado ¡ay! que viva México". No seas coyón. Si pudiera te invitaría un taco de riquísimo guacamole o un pico de gallo con chicharrón y una cerveza, o una salsa molcajeteada con carne asada. De lo que te pierdes. Que le hace que mañana me trague mis palabras, si es con una rica salsa hecha de chile de árbol. Ri quí si ma.
ResponderEliminarSalú!
Me quieres matar... Beso.
ResponderEliminarSalud.
Si hablamos de matar que sea a besos, morir no sería en vano. Ay me voy mejor, mi día ha comenzado.
ResponderEliminarGracias por las sonrisas de soslayo.
Mañana hablamos. Beso.
ResponderEliminarSalud.