sábado, 15 de agosto de 2015

Rencores. (Y III).

"Siempre me ha desconcertado comprobar que hay gente que conserva sus rencores como odio en paño". Amén.

Por cada recuerdo un beso. Por cada rencor un abrazo que es menos. 

No soy de esperar nada de nadie, hablo de escribir, ni siquiera el aplauso, bastaría con conocerme (salta a la vista). Lo mío por escribir es devoción. Lo que piensen los demás no cuenta, se crea o no, solo rindo cuentas a la palabra como "don de Tino". (Acierto particular que se tiene en el pensar o ejecutar, según la RAE).

Ayer, y viene el asunto al caso, alguien muy especial para mí me dijo que la vida es bella y merece la pena vivirla y no dejar que un ordenador la escriba. Ella me enseñó a leer poesía y amarla... No la creo, ella quiere que mi ordenador que me ordena escriba... (Los dos sabemos leer entrelíneas). Un día pedí a la María que intercediera por mí para que me siguiera leyendo y ayer me lo confirmó: me lee. Lo demás no importa. Escribo para quien me lee; en especial para ella. Es todo, escribir con Ian en brazos es imposible. (Y III quiere decir que se acabó).

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