domingo, 2 de agosto de 2015

La cena de ayer tarde y peor.

Se entienda.

Les Seniaes, dona: 
Jugar con una luna traviesa y levantarle la falda. 
Joya lapislázuli, flor de azahar:
La edad posible de ser joven eternamente. 
Santa poesía: La noche entera para lisonjear los ensueños. La pasión de amar. La necesidad infinita de adorar a quien se ama. No se puede vivir en el pasado. Ayer fue ayer, hoy es ahora y mañana Dios dirá. Amén.

Si hablamos de amor lo de arriba puede que tenga su aquello. Pero si hablamos de cenar (la cena de ayer tarde y peor) en la avenida con la mejor compañía, cualquier aseveración conviene dejarla en barbecho. 

Dicen que quien no conoce su historia ignora cuál será su futuro y cometerá errores, los mismos, tal vez. Sorprende la facilidad con que se borra de un plumazo la credibilidad de una persona... La confianza y otros valores parece que han desaparecido, incluso hay quien los ignora y se deja arrastrar por la ira. Se entiende que el respeto hacia los demás es imperativo, es la necesidad de valorar sus cosas y respetarlas. Lo que importa a la amistad es la persona y lo esencial el amigo. La agradable tertulia. Entender que la fortuna mal habida no es nada, o si lo es pasajera. Se debe reforzar los sentimientos, salir del fango e izar la bandera solidaria sin protagonismo. Corren malos tiempos. Mañana será otro día, hoy ya lo es, y amaneció diferente, y por consiguiente feliz. 

2 comentarios:

  1. Para pasar una velada agradable, hay que escoger bien a los acompañantes de la cena.
    Que luego se alarga con una feliz tertulia.


    manolo

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  2. Eso. Solo que a veces la noche se hace demasiado espesa. Larga y espesa. Muchas gracias.

    Salud.

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