Me asombra que este país ocupe las últimas posiciones de todo lo mejor. Tendré que dejar de leer prensa... Siempre lo digo pero no hay manera. Nos subestiman como país. Y como personas. No sé qué pensar. En vez de intentar igualar salarios con Francia o Alemania buscamos la igualdad salarial con China para que nuestras exportaciones nos salven del abismo de Rajoy. ¡Joder, dona, qué llorera cogió con el abismo!. La familia, no me canso, y los niños primero.
Una madre y un padre trabajan para una ETT con contrato a cero horas. Si la iglesia se prestara a esto como se presta a los comentarios pedófilos sería más que un milagro. Dos milagros. Y algunos aseguran que llegan a fin de mes. Tres milagros. Seguimos para guinness. Rajoy en campaña electoral alardea que la macroeconomía va de lujo. Y tal vez sí. Pero las familias pasan necesidades, no ahorran dinero ni consumen bienes (ni deseos). Todo los días de nuestra vida los deberíamos dedicar a disfrutar del amor y la santa poesía, no a pasar hambre de pan y sed de justicia. Esperar que ocurra un solo milagro: Un puesto de trabajo con salario digno por cada familia. ¿Será pedir demasiado? Se les quiere.
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