"La NASA considera probable que haya vida en Marte debajo de la capa de hielo". Leo en los diarios esta noticia y pienso lo feliz que me haría la NASA si enviara a mi suegra Marte. "Virreina de la reina de España". ¡Puxa Asturies!. Y más que feliz a mí me haría, a ella, toda ella maravilla, si hubiera marcianos en Marte. No tanto los marcianos. Y peor cuando comenzara a cristianizarlos. Ni la santa inquisición... Probes. Uno de los atributos más sobresalientes que tiene mi suegra, la ubicuidad, la capacidad de investigar nuestros actos familiares a larga distancia por irrelevantes que sean. Mi suegra, movida por el tedio, entretiene sus facultades sempiternas escudriñándome como señero yerno con apariciones incontroladas y atribuladas idas y venidas. Sin embargo, a pesar de la ojeriza que tiene puesta en mí, no evita que haga de mi capa un sayo, tengo pruebas, y su terapeuta también las tiene. ¡Oh!, ¡oh!, me cuenta mi esposa que mi suegra aparecerá uno de estos días por casa con el algodón en una mano y un ramo de crisantemos en la otra. Cuál una diosa de carne y hueso, por dos semanas, nuestros pasos serán vigilados, nuestros bienes inventariados, nuestros recuerdos corregidos, nuestras huellas registradas, nuestros rostros archivados, nuestra actualidad investigada, nuestras intimidades asaltadas y nuestras opiniones opinadas. Gracias.
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