Sentí que me iba quedando sin tiempo y me apresuré a hacer balance para saber con quién podía contar para emprender la última refriega. La vida es efímera. No puedo dejar un verbo en permanente conjugación, dado que, solo el presente cuenta, o debería contar. Me cuentan que el pasado ha vuelto con cara de pocos amigos. El pasado es tan intangible como el amor. ¿Por qué se echan ganas a perder teniendo la información para ganar? (Sin entendimiento la información es inútil. He ahí la importancia de ser agradecido). Dolerá, ay, el tiempo perdido. Dolerá como la muerte a quien no debe. La muerte ingrata no da segundas oportunidades. Mientras uno está en la cima son muchas las alabanzas, pero la desdicha asoma y el olvido no encuentra camino. Ese desfile de adioses es la vida que a nadie le es ajena. (La inadmisión, vencido el plazo de alegación, qué poco cuesta echarla abajo y llenarla de desechos). Me lo señalaron, lo conocí, y no me caía ni bien ni mal, si le hicieron daño, las culpas de otros son. Yo quería que entendiera que negar hechos elevados y validados por órganos superiores es una estupidez. Cuantas cicatrices deja a su paso la maldita arrogancia, ni le dio tiempo a enmendar sus errores. Mientras se acercaba el momento del adiós, disminuía la arrogancia y le dolía el alma; aun sabiendo de que era inminente, en su yo más profundo se negaba a aceptarlo e intentó pactar con la muerte... (Otra vida cristina que, devota, se lleva la muerte). Gracias.
Me estás preocupenado! has usado un tono tan trágico, tan de hacer balance que esto parece una despedida y espero que niii se te ocurra, dejarías un hueco demasiado profundo.
ResponderEliminarAquí aguantamos todos como jabatos hasta el final, si hay que morir, que sea con las botas puestas : ) Un beso grande... y hasta luego : )
María: No llamo a la preocupación. Balance sí, despedida no, tampoco amenaza, dejémoslo en advertencia. La forma que se me ocurre de atizar la modorra. Beso grande.
ResponderEliminarSalud.