viernes, 1 de diciembre de 2023

Llegó diciembre.

Llegó diciembre y los aires navideños comienzan a soplar por las calles, y los comercios con bombillas de colores se ponen de acuerdo para hacer que esos aires lleguen a casi todas partes. ¿Qué es eso de la Navidad? Es algo que se viene dando de toda la vida de Dios. Y significa, entre otras cosas, el deseo que tenemos de vivir prácticas afectivas, tiempos en los que se pregonen con los ejemplos los valores de la Navidad: amor, paz y alegría. Reverendísimos Monseñores coinciden que es el tiempo más maravilloso del año. Y tiene que ser, porque si no lo es... Lo es, sí. ¡Viva la Navidad!. Pero hay informaciones que vienen cargadas de negatividad y no dejan buen sabor de boca en la gente del buen amor. Son noticias que aseguran que el diablo está en todas partes y no viste de Prada. Diciembre es el mes que anunciamos todo aquello que vale la pena compartir, lo que necesitamos para alcanzar nuestros sueños. Y creamos promesas y aparecen las suegras y los cuñaos y... Vaya, un de soslayo desmemoriado de cuando en vez recuerda lo malo y olvida lo bueno. O lo notable. Según fuentes bien informadas, en el juzgado de paz se traspapeló una denuncia interpuesta por José Saramago hace treinta años (échale un galgo a la diligencia de la justicia). Al parecer, Saramago denunció a Dios por infanticida y el juez lo admitió a trámite, y acto seguido ocultó la denuncia. Desliz sin intención del juez. En una parodia, Saramago afirma que Caín es más misericordioso que Dios. Caín fratricida y adúltero más misericordioso que Dios, y además, Yahvé incendió Sodoma y no salvó a los niños. Si aceptamos a Dios como dueño de la vida y de la muerte, los niños inocentes que al morir se convierten en ángeles, Dios necesariamente no puede ser el que refleja José Saramago en su parodia. Llegó la Navidad en el peor momento posible. (El mundo está lleno de sufrimiento, pero también de superación del mismo. Llenemos de esperanza estas navidades). Gracias.

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