Si algo es cierto, con respecto al futuro, es que cada vez habrá más cambios, y esa clase de certezas a muchos les genera inseguridad, porque se exponen a perder, por un decir. ("Quítate tu pa`poneme yo"). Asumir una posición de responsabilidad desde cualquier escenario no puede servir para alimentar el orgullo. Debe verse como una oportunidad que permita aceptar otra realidad, y aprender y obrar por el bien de la empresa, la comunidad. Los principios y valores marcan la diferencia entre el ser racional y el irracional, y el contacto con los desiguales debe impedir al ser inteligente caer en la incoherencia. Hemos sido afectados en la vida de manera positiva o negativa. Por tanto, reaccionar con calma no es fácil. La pasión es antónimo de indiferencia. Cuando nos tocan los humildes es obvio reaccionar, entonces debemos identificar quién, por qué, e idear el plan del cómo. Si aceptamos lo desigual, puesto que nadie es intocable, estamos obligados a tomar en serio a quien piensa diferente. "Aquí mando yo" (y los humildes sobre la mesa). Aún necesitamos mucha escuela y buscar razones para acordar. Jesús el Cristo que estaba lleno de Dios no aceptaba intercambios, solamente trasformaciones. (La libertad que da la paz se alcanza siendo estrellas de vida para quien llama a la puerta con el alma rota: ¡Hola, cariño, pasa!). Es hora, pues, de soñar por una realidad mejor, incluso por un pueblo mejor, sin enojo, y de trabajar para construirlo como si fuera de todos. Gracias.
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