Desde el primer día, amor a primera vista.
Jamás lo olvidaré: ella en la incoherencia y yo en la admiración.
Fue un sueño... En realidad fue una pesadilla.
La amarga realidad despertó la peor pesadilla.
Cuando pienso en ella
me adentro en Les Seniaes a buscar flores: violetas ocultas bajo la hierba. Un día, buscando flores,
se me echó la noche encima
y el camino se hizo estrecho.
Y recordé, por primera vez,
cuando éramos viejos amigos
y nos perdíamos entre las brumas
que abaten la conciencia.
También recordé que profanó el amor.
¿Por qué seguirá desnudando el día con mi nombre
si ya no somos viejos amigos?
De cuando en vez,
cuando pienso en ella
(mucho menos de cuando
en vez pienso en ella),
musitando al oído
le pregunto:
¿Sigues dejando caer
lágrimas de hipocresía por tus mejillas?
Hoy me viene a la memoria
y pienso en ella porque ayer dejó que la viera...
No me habló, solo dejó que la viera...
Si ella quisiera,
volvería a dibujarle una existencia feliz.
Si ella quisiera,
sería su salvación,
(y ella la mía).
Si ella quisiera...
Si tú quisieras...
Tiéntame como solo tú sabes
y juntos recordaremos lo que nunca fuimos:
Viejos amigos.
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