domingo, 19 de febrero de 2023

Qué sangrante esta vida.

Cumplir años entraña envejecer. Los años pasan y el tren no se detiene. Y las arrugas de la piel enriquecen de experiencia el tiempo por venir. Sabemos más. Y, sin embargo, a quién importa saber más a las puertas del camposanto imperecedero. De joven conocí un país con la despensa vacía y de viejo reconozco el mismo país con la nevera vacía. El mismo país con hombres y mujeres jóvenes que empujan a hombres y mujeres viejos al cementerio. Necesito que cada quien revise su hoja de servicios, reflexione sobre el coraje de vivir siendo infiel a su conciencia y me diga. Quiero paladear el sabor que deja el engaño en la conciencia. La gente vende su alma al diablo y tan siquiera les llega para vestirse de Prada. Malviviendo en la tierra, claudicando en la conciencia. Qué sangrante esta vida. Mientras espero mi turno veo rostros desvaídos y ojos tristes. Parece que se vive engañando la conciencia y entreteniendo el inconsciente con placeres de pago para que no se movilice ni despierte, ni cuestione la vida tal y como parece que es. (La gente no es gente y la vida sin gente no sabe vivir). Gracias.

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