lunes, 13 de febrero de 2023

El mal menor.

Escucho a sus señorías insultarse en el Congreso de los Diputados y pienso en el salario que les pagamos. ¿Les pagamos para que se insulten? Pues yo no seré menos: ¡Miserables!. El insulto es el recurso de quien se ha quedado sin argumentos (si los tuvieron) y se siente derrotado. En realidad nadie sabe lo que piensan (si es que piensan). Ningún político presenta sus propuestas de país (si es que tienen alguna). Ninguno muestra sus valores políticos (si es que los tienen). Ninguno dice lo que haría para corregir las necesidades de las familias (si llegan a ganar las elecciones). Ninguno habla de proyectos (si es que tienen alguno) para que los que siempre pierden ganen alguna vez. Ninguno habla de educación, sanidad, empleo, cultura, y tantas ineludibles demandas sociales (si es que las toman en cuenta). Y pregunto: ¿tenemos liderazgo político en el Congreso de los Diputados? Desde luego, y es incontestable, han cambiado el debate de las ideas por el de los insultos. Estos impresentables politiqueros consideran que los necesitamos. (Desgraciadamente, creo que los necesitamos). Gracias.

2 comentarios:

  1. La realidad es que nos necesitan más ellos a nosotros, que nosotros a ellos, pero no nos hemos percatado de nuestro poder, porque estamos absolutamente desunidos y de ello es de lo que abusan. A mi me parece que el verdadero mal de esto que llamamos democracia son los partidos, al final todo se reduce a siglas, banderas y colorines que imponen la disciplina de voto dentro, la lista cerrada fuera y las personas( políticas ) se convierten en meros monigotes al servicio de la maquinaria partidista. En lugar de primar como debería el interés general de los ciudadanos, prima siempre la supervivencia del propio partido y sus intereses, incluso a costa de sus propios miembros... es como si el sistema se hubiera fagocitado a sus elementos, lo que vemos en el Congreso es un expectáculo esperpéntico, que cada vez ilusiona a menos, si es que queda algún ilusionado, que lo dudo.

    Más besos y buen lunes.. por ahora; )

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  2. María, lo tienes muy claro, y en nada te equivocas. A pensar de los pesares, algunos, por la democracia y no por ellos, seguiremos poniendo una pinza en la nariz para votar. Beso.

    Salud.

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