Las redes sociales han transformado la vida de la colindancia, y eso incluye los simpáticos cotilleos de vecindad. Ya nada es igual, con las lógicas excepciones, hablo del lavadero municipal. Las mentiras de las redes sociales nunca podrán competir con los chismes de lavadero municipal. Hay profesionales de la mentira que lo saben, pero callan. Ni punto de comparación. Los chismes de lavadero municipal nacen del ruido que no le basta con ser mentira, sino que, además, tratan de convencer de que son mentira sin serlo. Maceran bajo el agua enjabonada en condiciones de inverosimilitud extrema y su ojeriza es un tormento. Y sin embargo, esta innegable realidad que como sociedad vivimos, parece, ante el empeño de las redes sociales, que los chismes de lavadero municipal pierden protagonismo (otro día les hablaré de un chisme familiar sangrante que ayer llegó a mis oídos), parece, pero no. Tan solo los chismes de lavadero municipal embaucan a la verdad contrastada. Chismes de lavadero municipal, patraña independiente de vecindad. (Aire fresco del pueblo para el pueblo, y por el pueblo). Gracias.
pueblo chico, infierno grande
ResponderEliminarlos matinales de tv, son la chimuchina barata del dia a dia
saludos!
Muy malo ser objetivo de un chisme de lavadero municipal. Mentidero del pueblo. Y sí, a pueblo chico... Infierno grande. Gracias, Carlos.
ResponderEliminarSalud.
Antes las mujeres no tenían otra forma de socializar más que ahí, en el lavadero municipal y claro, como la vida diaria y sus rutinas no daban más de sí, necesitaban tomarla con alguien para que las horas pasaran más rápido, hoy es lo mismo en twitter y familia, solo que a gran escala, la finalidad es la misma... la gente siempre necesita un chivo expiatorio para olvidar sus miserias. Lástima que lo esencial, no hayamos evolucionado nada.
ResponderEliminarNada o menos, María. Pienso que hasta que no bajemos del árbol no seremos humanos. Gracias.
ResponderEliminarSalud.