Te vi, nos vimos. Ocurrió ayer. Nos vimos y nos saludamos como si fuéramos dos conocidos más que amigos. O, por qué no decirlo: dos enamorados que aún no saben que el amor nace y muere, libera, y sujeta toda distracción en la subconsciencia o tortura mental. A nadie importa. Tú y yo sabemos que todo tiene su tiempo y que no rendimos culto al éxito ni adulteramos la verdad. Pero nos mueve el amor, y a ti, además, estar a disposición de tu Dios. Te vi, nos vimos, y me entró un escalofrío acompañado de pensamientos que no quiero someter a análisis. Estabas sentada en un banco del parque con alguien que no conocí. Me daba la espalda y fue el motivo por el cual otra vez no me atreví a acercarme a ti. Quizá tú puedas cambiar el mundo, pero no puedes cambiarme a mí. Te quiero. Vivo desaparecido en ti, te quiero. Y como tú, no cedo ni me rindo. Pero lo del escalofrío al verte me hacen pensar que me ocultas algo. ¿De qué me proteges? Hay cosas que parece que no pasan pero pesan cuando pasan por nuestra mente. (Sitúa tus anhelos y tus dudas donde puedan contarme y cuéntame). Gracias.
Al margen de cualquier consideración ética o moral, escribes para morirse ; )
ResponderEliminarUn beso y ✨🎄🎅🎊 🎉🎄 ✨¡¡Muy muy Feliz Navidad!✨🎄🎅🎊 🎉🎄 ✨
ResponderEliminarMaría: Eres muy amable. Mucha felicidad y amor para ti y los tuyos. Y cuídate de los amores que aparecen al doblar una esquina: son los peores. Te hacen dudar de esa ética o moral que nombras, incluso de Aristóteles o Platón. Pedirás la reconciliación con Morfeo y acabarás en la noche desvelada cantándole a tu "Corazón loco", porque no habrá reconciliación. Entonces te acordarás de Machín y de mí. Beso. Gracias.
ResponderEliminarSalud.