Las crisis trían. Se nos va la vida en los pasillos de un hospital esperando atención médica. Algunos, como Mario Benedetti, "vamos derrotando afrentas. Así estamos consternados, rabiosos, aunque esta muerte sea uno de los absurdos previsibles". Cuando las palabras van por un lado y los hechos van por el otro, el país anda perdido sin saber cómo fue que las políticas neoliberales nos echaron la vida a perder. Las crisis trían el amor y la propia vida. Pocos hacen algo por alguien. Los hechos demuestran que a pesar de sus discursos, los dueños de los partidos políticos, avalan las sangrías de país y casi todo es un lavado de imagen para ganar las próximas elecciones. Pobres de pedir; pedir llegar a fin de mes, más que de pobres, es de miserables sin la ternura de María, la Magdalena, ni la Pasión de Jesús el Cristo. En una crisis inflacionaria, sanitaria, bélica y etcétera, cuando el debate político debería girar en torno a lo social, la mujer maltratada, la juventud o el salario, que bien podría ser garantía de vida, resulta que los políticos y los jueces andan ensuciando el país como si tuviéramos otro. Gracias.
Muy cierto Sr. Soslayo... este país nuestro está echo unos zorros, a juego con el resto, porque ni fuera ni dentro parece que la paz esté dispuesta a quedarse más que un ratito y de pasada, en modo visita de médico que... los pobre tienen muchas gente, poco presupuesto y encima no saben si pasar la tarjeta de la SS o el talón de Adeslas ; )
ResponderEliminarMaría: Este país no fue el que soñé, el que soñamos los más viejos. Tendremos que volver a la escuela y empezar por los ejemplos. Gracias.
ResponderEliminarSalud.