"La sabiduría no nos viene dada, sino que debemos descubrirla por nosotros mismos, después de un viaje que nadie puede ahorrarnos o hacer por nosotros". (Marcel Proust). Un viaje a ninguna parte. Nunca llegaremos a saber apenas lo suficiente. Yo creí ser mejor que mis antepasados y vomito recuerdos que me avergüenzan y me veo reflejado en mis debilidades. Soy mi peor decepción. Acabaré aceptando la fe de un Dios verdadero que me reciba en el altar de la oración con tal de que me saque de mí. A poco que la ciencia descubra otra dama en mi mente me hago el tonto, el listo, o el haraquiri. Tengo vencida el alma. Luego comparece la sociedad civil desposeída de lo esencial para llegar a fin de mes. Y de vuelta a la pobreza y la enfermedad. ¿Ustedes se dieron cuenta de que a diario aparece un nuevo bichito con instinto asesino? Y la sanidad pública cada vez menos pública. No es cosa de importancia, pero acabo de pedir cita a la médica de la bata blanca y los zapatos de tacón y me la dio para el once de julio. (Si tengo que morir, que el susurro que me lleve venga de la santa poesía). Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario