domingo, 19 de junio de 2022

La nostalgia más casposa.

Ser buena persona va de lujo si en realidad eres una buena persona... Pero, y vuelvo al Padre Ángel, todos no somos como él: buenas personas. Ay, ni del mismo pueblo (disculpen la arrogancia). Ejemplo: tengo una sotana que me pongo todos los años por carnaval y no tengo que quitármela para ser el que era. Con sotana o sin ella soy el que soy. El mono que se viste de seda o el hábito que no hace al monje. Para ser buena persona hay que ser buena persona y obrar el bien. (Las heridas que el tiempo no cierra producen el síndrome de la mente cerrada). Viene el asunto al caso, porque hay personas buenas y malas, pero no sabía que había personas que no son nada. Qué triste no ser nada y dejar de creer en nosotros mismos. En ese plan no hay futuro, siquiera sensación. ¿Qué fue de aquello que nos incitaba a probar cosas nuevas? Aunque fuera por curiosidad. No es bueno dejar pasar las oportunidades que nos regala la vida. Porque si dejamos que asome la nostalgia en nuestra vida, estamos muertos. La nostalgia más casposa. (El pasado que aparece y comete los mismos horrores). Gracias.

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