Pasear de madrugada con Patricia y, antes o después, en bicicleta por Les Seniaes lo hago de buena gana; y dicen que es bueno para la salud, pero canso. Leer y escribir también lo hago de buena gana y no canso; y bueno para la salud tiene que ser o estaría muerto. Ocurre que a veces escaso de imaginación no tengo nada interesante para escribir. A veces pagaría lo que no tengo por tener algo interesante que interese para escribir. Tal vez si una musa... Si tuviera una musa ganaría tiempo y folios. Duele tirar días sin interés a la papelera. A veces me avergüenzo de lo que escribo. Lanzo palabras al viento y creo que si alguien las recogiera me denunciaría ante la RAE. A consecuencia de no tener una musa que me inspire cosas lindas con un toque suave de sus puntos sensitivos y dé respuesta a mis palabras de deseo. Una musa que abra el corazón y me enseñe la expresión infame que le causé y si aceptaría un pretexto razonado con argumentos verosímiles en mi defensa. (Y si se dejaría volver a querer por el amor de quién, quizá un día, en un descuido, apretó una tecla alejada del idilio). Gracias.
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