sábado, 25 de junio de 2022

Guarden silencio, sus señorías.

Qué más necesitamos para sentirnos la mayor desgracia. Las políticas neoliberales y los peores políticos al mando. ¿Hasta cuándo? Recuerden, sus señorías, que la vida es un espejo y ya no son lo que fueron, son otra cosa, y volverán al punto de salida. Y echarán cuentas de quienes eran y quienes fueron cuando estaban al mando. Créanme, llevan más pobreza en el alma de la que nunca soñaron. El humano ser envejece y sus señorías son humanos, aunque no lo parezcan. Envejecemos, pero sus señorías envejecen más y peor, el resto menos, incluso rejuvenecemos. Tómennos en serio. No nos abandonen ni se vayan lejos porque el tiempo pasa y el entusiasmo se apaga. No sean estúpidos, háganle caso a su corazón y lo que ven sus ojos, no a sus consejeros. La democracia nació para vivir en libertad. Y, dentro de la ley, hacer lo que queramos, incluso fiarnos de los dueños de los partidos políticos y pasar necesidades. Sus señorías, el escaño que ocupan es prestado, no es suyo. Siquiera saben si alguien les va a esperar cuando regresen... (De fijo sé que nadie les dijo dónde se metían). Gracias.

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