martes, 4 de enero de 2022

Ríndete y sabrás.

Queremos las bendiciones, pero no las condiciones. Uy, entonces hablamos de un cajón vacío de porvenir. Paciencia: quien no entiende por amor aprende por dolor. El duelo por los caídos y las arrugas de la piel es el precio que tenemos que pagar por llegar a los años altos. Y es malo, pero menos malo que no llegar. Cuando uno se acerca a Dios en busca de auxilio al enterarse de que el amor era desamor y la vida un delirio al ver una sola toalla y un peine y un cepillo de dientes en el baño. Está solo. Acerquémonos a la colindancia cercana. "¿Y si la puerta está cerrada, se abrirá sin preguntas? (Llama. Tú llama). A veces la memoria maquilla los recuerdos. No acudamos a Dios en busca de respuesta a tanto fallido experimento. Llegará el día y algunos se endeudarán y tú saldarás tus cuentas, y mientras la sospecha los enreda tú tomarás ventaja. No tardarás en enterarte. Ha llegado la hora de ser feliz sin ningún género de dudas. Y sí, y no es barato, es gratis, como ver amanecer. (Somos libres. Por eso duele tanto perder la libertad, y solo hay una forma de perder la libertad: Ríndete y sabrás). Gracias.


No hay comentarios:

Publicar un comentario