sábado, 8 de enero de 2022

Poso de cordura.

¿Y qué si empezamos por perdonar los defectos que vemos en los demás? Dejaríamos de frustrarnos cuando las cosas nos salen mal. Todos metemos la pata de atrás en el tiesto. Las cosas no son lo que parecen y tal vez sea porque son una farsa. Hay libros que no son nuevos y encierran verdades innegables. (¿A dónde vas ciega de amor? Sería tu lazarillo). Ni todo es recto ni curvo, o lo recto es del hombre y lo curvo y los renglones torcidos de Dios. A un amor, Flor de María, le digo que me gustaría tener cosas usadas solo por ella. Quiero conocer la historia de su vida... Escribe con mucho talento la historia de su vida desde un acantilado situado en el mismo camino que recorre el sol, pero no me fío. Esa vida la quiero contrastar con su poncho deshilachado. Cuando leo sus gestas reconozco en ellas a Frida Kahlo y no a ella. Sea la historia de su vida o la de otra, no me fío. (Ni de quien no me ofrece garantía de sus intenciones). Tampoco me fío de mí, que es peor que no fiarse de Flor de María. A Flor de María jamás la dejé de querer, y a mí, al menos un día que recuerde, me dejé de querer. Gracias.

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