Casi feliz, he decidido dejar de escribir días verdaderos; no es saludable para mi mente absurda tomar la vida tan en serio, aunque quede en evidencia y se pueda pensar que estoy más allá que acá. Necesito comprender, bajo el punto de vista de una persona que no las tiene todas con él... Ay, estoy harto de tanta patológica mentira y de tanto aparentar. Necesito saber para entender. Quizá deba dejar que las cosas adquieran su orden natural, y, mientras, irme de vacaciones a un lugar en el que todo gire en torno a cosas triviales. En mis días ocurren cosas imprevistas y yo no estoy para sobresaltos. Será un sitio donde los lugareños no sepan descifrar mi contraseña: no quiero reproches del pasado. En mi estancia celebraré que no se generen noticias con indicios de incertidumbre. Harto de amores idos y más harto de resentidos. (Si en un descuido alguien entró en de soslayo y esperaba encontrar algo interesante o de interés, lo siento, pero no mucho. Nada ni nadie me motiva. He perdido la fe en el humano ser y no tengo esperanza de recuperarla. Y peor aún, sospecho que no estoy loco). Gracias.
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