lunes, 1 de marzo de 2021

La realidad es un delirio colectivo.

"El del peluquín" ("El del peluquín" es el presidente de la Comunitat Valenciana), sin un pelo de tonto, afirma que le sirvió de escarmiento las fiestas navideñas y hasta la campaña de verano los valencianos y allegados estaremos sin estar siguiendo criterios científicos. Vale: "Cometer errores es de humanos y de sabios reconocerlo". Y vale reconocer que no siguió criterios científicos en diciembre pero sí en enero. "El emérito" pide perdón y "El del peluquín" reconoce errores. De corresponderme a mí y no al fiscal considerar delito la irresponsabilidad política tendría que indultar a Bárcenas y etcétera, o construir tantos barracones penitenciarios como barracones escolares hay en la Comunitat Valenciana. Otra cosa también, pero tenemos a alumnos escolarizados en barracones que empezaron en primaria y ya acabaron el doctorado. Cuando aparecen ambientes extraordinarios y escasos de liderazgo delegamos en oportunistas para solucionarlos entramos en alto riesgo de corrupción. Corrupción, según la RAE: "práctica consistente en la utilización de las funciones públicas en provecho económico, o de otra índole, de sus gestores". (Y como el otro día me he vuelto a perder. Imagino que la María sabe lo que quería decir). Gracias.

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