¿Donó o devolvió?

El problema nunca fue el país, sino Alicia que lo convirtió en maravilloso. Con impunes antojos van los cargos electos y sus fieles escuderos en la ardua tarea de rendir cuentas a la Sindicatura de Cuentas. La cosa no está clara porque las cuentas no cuadran. Se llevan bien menos quien se lleva mal porque teme incurrir en falsedad contable. Un cargo electo depende de un funcionario implicado que no las tiene todas con él y vendería su alma al diablo con tal de salir libre de culpas (y no solo él. Pero ese será tema a tratar en otro de soslayo si llegara el caso). Un político con pocas ganas, de seguir en plan dejarse llevar, acabará peor que mal: muy mal. La salvación de un político y un funcionario está a la misma distancia de una súplica y los peores desprecios (recuerda). Cuánta incompetencia desparramada. Cuánta pobreza de alma. Cuánto dolor fingido. Y aunque el miedo que les vigilaba les advirtió... Probes, echaron más tierra al lado oscuro de la ley y su justicia. (El estropicio fue colosal y no supieron qué hacer pero ya estaba escrito e inexorablemente llegó la pregunta: ¿Donó o devolvió? Gracias.