martes, 20 de octubre de 2020

La paradoja del amigo.

Mientras más avanza mi mundo exterior más pequeño me parece mi mundo interior. Si no creyera en mí... Quiero seguir el ritmo que me impuse de escribir el día que me gusta, pero ya no tiene interés ni me interesa. Si al menos mi mundo exterior enmudeciera y solo mi palabra se oyera. Si dejara de escribir el día... Soy viejo, tengo miedo a la maldita pandemia, apenas salgo de casa... Para mí escribir el día es la vida y solo la muerte detiene la vida. Vale bien. Entonces traigo a de soslayo la triste historia del viejo que por amor consintió que una mujer inscribiera su nombre en su propio libro de familia y le llamara padre. ¿Padre putativo? Un padre putativo no tiene hijos, tiene amigos y por más besos siguen siendo amigos... Amigos de conveniencia que llegan a inspirar confianza. Amigos tuvo uno que le impidieron enterrar sus peores recuerdos. Grave error tener amigos que impiden que salga el sol. La paradoja del amigo: "Los amigos te elevan en función de tus cualidades y sus necesidades, pero su amistad empeora a medida que se cumplen sus necesidades y tus cualidades descienden". Gracias.

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