domingo, 11 de octubre de 2020

La gota que colmó el vaso.

Ojeando los titulares en prensa, hastiado de leer siempre de los mismos, los que no piensan en la gente que más les quiere, ¡ni modo!. Tomo café y me viene a la memoria unos versos de Jaime Sabines: "Para recordar lo malo, tenemos toda la vida, para recordar lo bueno, tenemos solo un instante". Hablo de salud, y, como Jaime Sabines, para recordar lo malo tengo toda la vida, e incluyo la muerte. Y aparece una pregunta: "¿Qué haremos en Navidad? Esta pregunta puede llevar a confusión y conviene aclararla: "si aún estamos vivos". Pero hay más, en el pueblo de Patricia, hay quien sabe quién y cuántos vecinos están confinados por el mortal coronavirus (de una vecina tengo el nombre. Descanse en paz) y lo lleva a las redes sociales para quien quiera saber que hay malas nuevas a destacar en el lavadero municipal. Atender una súplica en tiempo y forma no, todo lo demás sí, sin importar la ley y los sentimientos. Confieso no estar a la altura de la vida que vivo, mis debilidades superan mis capacidades y hasta aquí puedo llegar. (Aún reservaba una chispa capaz de encender una llama redentora de cautivos). No, un historial clínico es confidencial, no es asunto de lavadero municipal, a no ser que lo diga un juez. Gracias.

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