jueves, 22 de octubre de 2020

España ha muerto.

El estrés y la ansiedad ya están afectando al profesorado. La adaptación a la enseñanza en línea, la inestabilidad laboral en la pandemia, la tensión por hacer que las normas sanitarias se cumplan en las aulas, el teletrabajo y etcétera. Estas causas han hecho que la salud mental haya llegado a los profesores en uno de los cursos más complicados que han tenido. (EFE).

España ha muerto y no hablo de la moción de censura del partido de las tres letras, hablo de salud mental. Y lo sé porque la dama que no me deja ir, después de un año que no nos veíamos, ayer nos vimos y me dijo que me veía muy bien. Siempre dice que me ve bien, y teniendo en cuenta que este año si no hubiera existido nadie lo echaría de menos -que Dios y María me perdonen por desearles la peor normalidad a los que no se quieren ni quieren a los que más les quieren y que algunos, aunque eso no lo sé de fijo, entierran a sus muertos y tal vez tengan algo que ver con su muerte, pero ya digo que eso no lo sé de fijo-, me dio a entender que alguna más hay que está peor que yo de la cabeza. Y es demasiado decir. El coronavirus mata, es un virus asesino, pero la salud mental es de atroz sufrimiento y para matar, porque sí también mata, encomienda a uno mismo su propio asesinato y le dice suicidio. La salud mental es un asesino en serie que mata y no deja rastro. Gracias.

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