lunes, 3 de agosto de 2020

Un diseñador de trapos murió.

Kristel, en estado de grave desesperación, me llama para decirme que ha muerto su diseñador de trapos preferido y madre del amor hermoso qué tragedia sabiendo como sabemos que los trapos de las traperías en España son diseño del pasado y los confeccionan los chinos trabajando como chinos en China. Lo de Kristel por los trapos es una enfermedad que por más dolor no la hace fuerte sino débil. Cada cual vive su vida y tiene sus gustos y escala de valores. Si el pasado sigue pasando, si la vida es un déjà vu. ¡Vaya!, se me ocurre una maldad: si como dice Kristel, un diseñador de trapos murió, y si era buena persona y sube al cielo, al entregarle su alma a Dios, podía pedirle permiso y renovar las batas de los santos... Dos mil años y esas batas. Con el perdón de la Cofradía del Cristo Yacente que ayer inauguraron una exposición de recuerdos y hechos protagonizados por social-comunistas con olor a azufre patrocinado por el Ayuntamiento. (No quiero frivolizar con el odio y la muerte, pero a la ciudadanía de este país ya no le quedan lágrimas para ser derramadas por la fobia y el glamour). Gracias.

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