sábado, 8 de agosto de 2020

Olvida que dolió.

A veces amanece y ocurre que no sé y si no sé... Esta semana murió un vecino en el pueblo de Patricia a edad temprana. A veces creo que me queda poco tiempo y no quiero perderlo con Dios. Casi feliz y sin fe, leí que el miedo son porcientos de humanidad que pagamos por deudas contraídas con la palabra. La palabra es temerosa de Dios, según la religión de Cristo. La palabra dada. Una decisión equivocada roe la conciencia de quien teme más al hombre que a Dios. Negar al hombre es negar al amor que siempre queda. No sería inteligente... (in solidum), no lo sería. Aprendamos a querernos sin ambages. Si nuestras mejores intenciones están por encima de la palabra dada estaremos destinados al fracaso. Lealtad con los valores, los que nos enseñaron en casa y los que aprendimos por nuestra cuenta en la vida. Lo demás, el porvenir que ha de venir si viene... Vendrá y será lo que queramos ser. A veces podemos. No seamos nuestros peores enemigos. (No subas al tranvía si no sabes su destino. Tú pregunta si no sabes y decide, decide tal y como siente el corazón después del perdón). Gracias.

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