Días atrás escribí que la ministra Nadia Calviño iba para ser la primera presidenta de algo en la Unión Europea y esta noche dormitando oí que la presidenta era presidente por un trásfuga de ventaja y si no lo dijo uno del partido de las tres letras que para ellos uno es uno y una su mujer, Nadia Calviño no es presidenta de algo en la Unión Europea. (A veces una no sabe lo que gana hasta que lo pierde). También oí que uno se comprendía y no estaba loco. (A veces creo que soy la partera y no el hijo de mi madre). Por eso del ruido en la cabeza la dama que vela mis sueños me aconseja dormir con la radio encendida para que la noche no sea cuestión de tormento. (A veces confundo la noche con el día y no me fío de la realidad y me voy y cuando vuelvo ni la mirada de unos ojos con los parpados mojados que siempre esperan me devuelven el juicio. Tranquila amor, es cuestión de minutos, dame otro minuto, respiro, y estoy contigo). Si no fuera porque mi teleobjetivo no tiene puntos ciegos y veo más allá que mi intranquila esposa, cuando me sacude dos hostias la denunciaría por maltrato animal. Gracias.
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