La suerte tiene que ver con los juegos de azahar, y con el amor a primera vista. La suerte tiene que ver con casi todo en la vida. Pero a mí el azahar si no es en Les Seniaes no me interesa y el amor a primera vista en los años altos... Qué me van a contar ustedes que no sepamos todos. Lo que no tiene que ver con la suerte es la preparación que anhela una oportunidad. Confiar en la suerte para ganar es perder por necesidad. Quien pone a la suerte en primera posición para alcanzar cualquier asunto que tenga nombre de logro no lo alcanzará. Y digo: Confiemos en una amiga ida, confiemos que nos toque la lotería sin comprar el boleto, confiemos que los niños en setiembre vuelvan a las aulas, confiemos en hacer realidad lo imposible. Y en serio: confiemos en la ley y su justicia. Mis informadoras me aseguran que la justicia va siendo más tuerta que ciega y en los tribunales, ante la duda, los jueces favorecen al débil. Alguien pudiera pensar que la justicia está amañada, y yo digo que la ley va siento justa: Ante la duda gana el más débil. (Que es mucho más, y creíble, que cuatro años de gobierno). Gracias.
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