viernes, 28 de agosto de 2020

El camino andado.

"Miren cómo se me ha quedado el sordo... Y más idiota". Me lo dijo una vecina del pueblo de Patricia creyendo que estaba más sordo de lo que realmente estoy. Me hizo gracia lo del sordo, lo de más idiota ya no. Idiota, de las acepciones que tiene la RAE, me quedo la primera: corto de entendederas, las otras no me interesan. Yo soy otro, no otra (al menos ya sabes que el odio perjudica la salud mental). Lo mejor de escribir el día en de soslayo, además de aprender y conocerme mejor, es que nadie me obliga a cantar la verdad. Canto la canción que más me interesa o escribo una poesía trivial al amor que no fue ni será. Si el futuro fue ayer, abrir los brazos a un corazón que no siente es como lavar la cabeza a un puerco (aclaración a la tontería: lavar la cabeza a un puerco es perder tiempo y jabón). Recordemos las experiencias y volvamos a la nuestra, cada cual a la suya (o a lo nuestro si atiendes la súplica ajustada a derecho, sin quijotismo, para que todo cambie). Volvamos a la santa poesía haciendo camino al andar: lo dijo un poeta. (Sería decepcionante desaprovechar el camino andado). Gracias.

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