viernes, 19 de junio de 2020

La norma.

La norma se debe cumplir por las buenas y ajustar la conducta a ella. Diferente es el precepto jurídico que se debe cumplir por las buenas o por las malas. De risa sería que alguien nos obligara a hacer lo que sabemos que debemos hacer por las malas pudiendo hacerlas por las buenas. Y si eso es obvio, como es lo que veo, como las mejores ideas no son de nadie y son de todos y ya estamos perdiendo tiempo en adaptarlas a la norma. A poco que a uno le de por pensar, y poco a de ser lo que piense si soy yo ese uno, la cosa está clara: es mejor callar que hablar. Sobre todo porque callar presupone saber y uno sabe lo que calla. Además, a hablar se aprende mientras que a callar nadie nos enseña y hay que aprender con la vida. Y esperar a ver qué pasa: porque algo pasa y como las mejores ideas... Lo obvio hasta Dios lo ve. De guaje, si llegaba tarde a casa no había buenas razones, había peores excusas. Y hostia al mono. Se trata de no desviarse de la norma y no dejar a nadie atrás, como el gobierno. (Lo de hoy no es una improvisación, un viejo loco no pierde el tiempo improvisando). Gracias.

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