El verano enciende el véspero con un manso misterio. Al este, por el mismo camino por donde pasa el sol, naturaleza viva. El hastío me acorrala y reconozco en una mirada lo que no ocurrió y aparece el desamor y sus consecuencias. El desamor, y sobre todo el miedo. Nos hacemos daño. Y qué si pensamos en positivo... Te propongo un trato: dejarnos de tanto secreto y purificar la verdad que nos hará libres... Comenzaríamos por identificarnos: di tu nombre y yo diré el mío. Amor vencido de antemano. En tu dormida piel se agita el límite de la luz... Comienza el verano y deja desamor en Les Seniaes y aparece el dolor de alma. Pero y tú... Un amor vencido de antemano no es desamor, sigue siendo amor y es capaz de transmutarse en un sueño de infinita calma mientras una mirada de soslayo se desplaza a otra dimensión... ¿Serán cosas mías? Yo te veo... ¿Me ves tú? Nadie sale indemne de una relación de amor. Y si uno quiso y otra se dejó querer... Eso ya no importa. En una relación de amor uno siempre pierde más... Aunque el amor permanezca entre las dudas, las sombras y la lumbre. Gracias.
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