Días atrás escribí: "No se hace daño a quien te quiere". Es cierto y pueden poner las dos manos en el fuego. Me cuentan mis informadoras que alguien hace daño convencido de que lo hace y no le cae una lágrima. ¿Y saben a quién hace daño convencido de que lo hace? Exacto: A quien más le quiere. O no. El caso es grave y va para tragedia en las redes sociales.
En la era de la tecnología nos perdemos el respeto, vale como ejemplo Christine Lagarde que respondió sí al nombramiento de presidenta del Banco Central Europeo (BCE) a través de Twitter. ¿Comprenden? Y como ella más que por ignorancia acabarán donde acaban los que no saben y ni aprenden. Y ya me callo que a mí solo me interesa sembrar cizaña. Gracias.
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