Contrario a lo que se pudiera pensar yo no vine al pueblo de Patricia a ganar o perder, ceder a la presión, tentación o lo que sea ¿? sino a vivir en paz. En la era de la tecnología uno aprendió lo que solo se aprende a la hora de la verdad. Pero y qué lástima que la verdad tome dictamen de las redes sociales. Dañino exhibicionismo. Absurdo comportamiento de quienes se les espera urbanidad. Al morbo comicial del auditorio, desde el mundo del espectáculo, se dice que nunca segundas partes fueron buenas. (Recuérdenlo). Las medias verdades o las verdades interesadas incluyendo el léxico chabacano, arremeten contra sí mismas a poco que intenten perpetuarse en el tiempo. Incomprensible la manía de meter la pata una y otra vez en el tiesto. Pareciese que se anhela tener los días contados... ¿Cómo es posible? Qué poco hemos aprendido. A la estupidez: como el avaro y sus riquezas que lo hacen más pobre porque la codicia lo lleva a vivir miserablemente para tener aún más riquezas. A la tontería de vivir engañando con medias verdades sabiendo que las hay enteras y son incontestables. Gracias.
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