lunes, 28 de enero de 2019

Viene de ayer en misa.

Una mirada de soslayo si no es de amor es de odio, venganza, o vaya usted a saber... Desde entonces nada bueno espero.

El Señor nos enseñó en el Padrenuestro cómo teníamos que rezar y qué teníamos que sentir y ante situaciones concretas siempre pedir ayuda antes de caer en la tentación... ¿Y qué es la tentación? ¿Será la tentación la incitación, la invitación al pecado? ¿Será la impotencia que se siente ante cualquier circunstancia incontrolada? "Cada uno es tentado por sus propias concupiscencias que le atraen y seducen". (Santiago 1:14). Hablo por mí y digo que no considero pecado que alguien sienta la tentación de asesinarme. Pero se ha de saber que asesinarme a mí o a cualquiera está penado por la ley y su justicia. Se entienda o no, hay que aceptar las consecuencias ¿? pues a poco que uno analice el por qué del asunto acabará loco de la cabeza. Y sí, no es lo mismo ser tentado que pecar, aunque el pecado va precedido de una tentación. (Perdóname la vida y perdónasela porque solo quiere saber cómo has llegado a esta situación incontrolada. No le mientas, no le dejes caer en la tentación). "Si Dios está con nosotros: ¿Quién estará contra nosotros? (Romanos 8:31). ¿Comprendes? Y amén. Gracias.

1 comentario: